En el periódico El País, el día 1 de Febrero de 2010 se publicó un artículo del cual he extraído un fragmento que decía lo siguiente:
El Supremo ha rebajado en cinco años (de 21 a 16) la pena de cárcel para un hombre con orden de alejamiento que intentó matar a su mujer entrando en su casa a las cuatro de la madrugada, con sus llaves y usando un plástico para levantar el pestillo de seguridad. Se dirigió al dormitorio de su esposa, de la que se estaba divorciando, y la golpeó y le retorció el cuello hasta creer que estaba muerta. Los hijos, de 13 y 15 años, fueron testigos. La mujer, milagrosamente, no murió. Quedó tetrapléjica y apenas puede moverse.
Ante una noticia como esta mi pregunta en la siguiente: ¿Cómo pretende el Gobierno acabar con el maltrato reduciendo la condena para aquellos que provocan estas situaciones? Conquistar a la gente con palabras de que van a cambiar el mundo y acabar con la violencia es muy fácil, pero lo que no es tan fácil es llevar a cabo aquello que prometen, o por lo menos eso nos hacen ver.
Si en vez de reducir las condenas empezaran a aumentar los castigos quizás estos temas se trataran con más seriedad.
Personalmente, cuando se me presenta una noticia como esta no puedo dejar de cuestionarme porqué siempre terminan dándoles la libertad a los maltratadores, ¿no tienen suficientes pruebas? puede, pero sólo con ver el estado en que ha quedado la mujer ya debería ser más que suficiente y ese hombre, en mi opinión, tiene que pagar por lo que ha hecho.
En cuanto al Gobierno... seamos justos y que no paguen justos por pecadores.